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El Ermitaño

"LA CASA UNE"

Actualizado: 13 nov 2023

Arranca un nuevo ciclo de entrevistas, y en esta oportunidad empezamos por "La casa une".

 

  La Casa Une es un multiespacio que busca visibilizar el trabajo de distintos artistas y hacedores   culturales. Paso por distintas etapas, hoy se encuentra en el desarrollo de talleres de oficio artístico: artes del fuego, artes visuales, costura, actuación son solo algunos.


Santiago se dedica a la ilustración y a la pintura, estudia Artes plásticas y es uno de los fundadores de Casa Une; Ailen, su primer acercamiento al arte fue cursando la escuela secundaria en el Centro polivalente de arte. Estudio guitarra y comunicación social. Y Carla quien se vincula al espacio desde la gestión y la militancia social, más que desde el arte exclusivamente, estudió Sociología.



¿Cómo surgió la idea de la Casa UNE?


CARLA: Surgió del anhelo que muchas de las que participamos de la creación de este lugar tuvimos alguna vez, al principio estaban Male y Regi también, y es la de un espacio para el arte y las culturas.

También fue un momento post pandémico, después de haber pasado ese aislamiento, ese encierro, era también la necesidad de encontrarse, de juntarse, de proponer espacios de encuentro, esto fué dando la forma a la idea de una comunidad dentro del espacio de la Casa UNE.


La gestión de los espacios culturales tiene sus complejidades y sus tiempos, ¿cómo articulan sus responsabilidades y Casa UNE?


SANTIAGO: Lo que sucede en la casa no solamente es lo que sucede mientras estamos acá. Muchas cosas de la gestión del espacio y todo eso, van por fuera de los horarios que nosotros venimos acá a abrir los talleres. Cuando hemos tenido la posibilidad de hacer eventos, eso también ha significado prácticamente que no haya una vida por fuera de la casa. Hemos tenido momentos de intensidad muy plena. En lo que era sábado, domingo, periódicamente.


Quiénes vienen siguiendo este proceso ven lo contundente del primer año, ¿les dio miedo en algún momento? ¿Cómo es comenzar con esta movida tan grande para la cultura?.


CARLA: Da cierto vértigo, más de una vez me quise bajar, pero hay algo colectivo, que le quita el sentido a ese deseo de querer irse. Se corre lo personas y priorizas lo colectivo.


SANTIAGO: Yo creo que también esa situación por ahí de sentirse sobrecargado se da sobre todo en los momentos en los que menos posibilidad de encuentro tenemos, cuando por ahí eran un montón de cosas para organizar y poco tiempo para encontrarnos a conversar, a observar, o para disfrutar del espacio también. Cando lográbamos encontrarnos en un evento, en algo en lo que podíamos disfrutarlo al espacio, volvían esas ganas de seguir impulsándolo.


AILEN: Creo que lo humano de las relaciones y los vínculos en este tipo de proyectos, presentan desafíos. Por un lado; es difícil ponernos todos de acuerdo cuando hay tareas específicas que concretar. Y al mismo tiempo, esto que decía Carla sobre lo colectivo: son esas dos cuestiones encontrándose todo el tiempo. La dificultad entre los vínculos, pero al mismo tiempo lo que te salva es esa misma humanidad y esas redes que se generan en distintos momentos, a veces miedos y a veces más ganas de seguir. Pero, en definitiva, el grupo es lo que sostiene las ganas de continuar.


SANTIAGO: Al principio, por ahí el miedo era más el tema económico. Capaz que nos llevábamos para el alquiler, o por teoría por el estilo. Y después, cuando vimos que eso se manejaba, las preocupaciones fueron para otro lado, de cómo hacer crecer eso, cómo no quedarnos estancados, cómo sumar gente, cómo hacer que los talleres funcionen, que son otras preocupaciones que se van dando ya cuando el proyecto va caminando, y que, por ahí, te tapan de ver que sí pudiste hacer caminar el proyecto, que era el miedo inicial. Entonces, es como que una preocupación no te deja ver todo lo que pudiste superar. Es un montón cuando la dinámica es mucha, cuando tenés que hacer eventos, ir para acá a buscar autorizaciones, mil cosas que son parte de una dinámica de un proyecto que va encaminándose y va funcionando.


Pero que también son miedos de cómo seguir porque si vos pensas que el proyecto va a seguir creciendo, cada vez van a ser más esas cosas que van a ir surgiendo y no sabes si vos las va a poder abarcar. Por eso también eso de sumar gente, que los talleristas también se sientan incorporados al proyecto que los artistas que se suman a participar eventualmente también se sientan parte de alguna manera aunque no sean una parte activa constante, se sientan involucrados con un proyecto que fundamentalmente tiene eso es colectivo no funciona sino si no es colectivo.


AILEN: Y muchas veces creo que esos miedos, esas dificultades, tienen que ver con un contexto que es bastante hostil en lo cultural entonces siento que vienen más por ese lado también los desafíos.


¿Cómo vivieron el cierre en la casa de la calle Chile? ¿Cómo impactó en ustedes y En los talleres?


 CARLA: Esto es re personal, pero creo que miedo, incertidumbre, yo lo sentí después. Incluso ya cuando llegamos a la asociación. No en el sacudón de la multa, las cuestiones más de tipo legales, esa fue como bueno nada nos armamos nos reagrupamos y encaramos y después vemos. En eso fue re importante la solidaridad y el cariño de la gente que esta cercana a la casa. Fue re necesario para para pasar ese momento.


SANTIAGO:  No quiero decirlo mal, pero fue un momento fácil para cortar el proyecto porque si se veía un momento complicado en términos de continuidad, fue ese, porque perdimos el espacio donde estábamos y no teníamos recursos como para ir y decir a ver vamos y alquilamos a cualquier lado.

Ya había talleres que estaban funcionando habíamos venido laburando un montón durante todo el año fue poco después del cumpleaños de la casa que nos hicieron la multa. Se había construido alrededor de la casa todo eso, que también es lo que te impulsa a continuar en esos momentos. Decir "bueno, no es que solamente soy yo el que decide si se cierra o no un proyecto', porque ya incluye a más gente, por más que no sean gente que sea integrante fijo de la casa o parte de la cooperativa, es gente que se fue vinculando al proyecto, que era gente que iba prácticamente siempre a los talleres o a los eventos.


Una casa no deja de ser un hogar y el nombre de la casa une remite a una unión, ustedes le abrieron la puerta a un montón de gente que necesitaba un espacio Y toda esa gente cuando vieron lo que paso, de alguna forma le abrieron la puerta a ustedes.


AILEN:  Para mí fue re fuerte ese punto, cuando estábamos en esa situación de tener que mudarnos; visualizamos más en concreto la comunidad que se había creado en la Casa. Por ahí en el laburo de todos los días te vas sosteniendo con el grupo de trabajo, pero cuando estuvimos tambaleando, se abrió la posta y había muchas más personas ahí. Que se haya logrado esa identidad con el espacio, y que todos se sintieran parte de ese proyecto, creo que fue también lo que nos motivó a continuar. Algo que me parece interesante mencionar de ese momento, es poder visualizar que no era una problemática individual de nuestro espacio, sino que es algo que afecta a la mayoría de los espacios culturales. Lo que sucedió debido a la Ley de Diversión Nocturna por ejemplo, son dificultades colectivas también y entre todos tenemos que buscarle la vuelta para salir de ahí.


CARLA:  A eso iba yo recién cuando decía esto de las veces que te quieres correr Que tiene que ver con esa vorágine Y cuando miras y ves todo lo que se genera alrededor decís "a dónde te vas a ir, no tiene sentido".


SANTIGO: Y también visualizar que este tipo de proyectos son proyectos de largo plazo, osea que recién nosotros al año estábamos por ahí visualizando esa comunidad que se estaba empezando a construir y qué fue lo que nos impulsó a continuar, pero que son procesos que llevan tiempo que no es que vas a obtener resultados o vas a ver el impacto del proyecto inmediatamente. Por más fuerza y ganas que le metas, necesitas un tiempo de trayectoria. Esto mismo de la gente que circulaba por el espacio, se sentía parte del espacio porque había tantas veces que había conversado con nosotros, que sabía que la casa era un espacio que se tenía que cuidar, que tenía otras dinámicas, que por ahí vos vas a un bar o a otros lugares y no te sentís como en la responsabilidad de cuidar ese lugar.

La gente que iba en general lo sentía porque era gente que lo transitaba, que había charlado con nosotros, que iba con otra predisposición al lugar. Además de ir a ver un evento o realizar un taller, también iba porque era un espacio de encuentro necesario, sobre todo en el contexto en el que se daba, y que les servía a esas mismas personas, o sea, también era su casa. Muchas veces era gente que pasaba, incluso que no iban a los talleres en los eventos, pero pasaba un rato después del trabajo, se tomaba unos mates y se iba. Eso yo por lo menos no lo he visto que se dé esa dinámica en otros lugares.


CARLA: Sí, o la confianza también de ir con sus niños, sus niñas. Eso también para mí era como una cuestión súper importante que la teníamos en cuenta en la medida de lo posible. Hay eventos en los que sabíamos no daba, y otros eventos en los que pensábamos un lugar para que puedan estar, para que todos puedan disfrutar.


 ¿Actualmente qué ofrece la Casa UNE?


CARLA: La posibilidad de tomar un taller, de encontrarse. Porque eso hoy sigue sucediendo, no en el formato evento, pero sí en el formato grupal. En los talleres escuchas eso. Hay personas que salen de su quimioterapia y llegan hasta acá para tomar un taller y encontrarse con sus compañeras. O sea, ofrece ese tipo de momentos que son fundamentales para transitar otras cosas.


SANTIGO: Yo creo que también algo que tiene continuidad con lo que sucedía en otro espacio, es eso de percibir al espacio con cierta flexibilidad que no tiene en otros lugares donde podés ir a tomar un taller. Pero por ahí no te sentís tan escuchado. Acá muchas de las cosas que pasaban en el otro espacio, son propuestas que fueron llegando de la misma gente que asistió a un evento y se le ocurría, che mirá si hacemos una muestra de esto, o si vamos a un taller del otro, o si empezamos a proyectar cine. Cosas que lo proponía la misma comunidad del espacio. Que por ahí vos no te sentís con esa comodidad de ir a proponerle a cualquier espacio una idea que se te ocurra a vos.


AILEN: Yo creo que lo interesante es que ya nos trascendió. Ya pasó esa instancia de lo personal.


SANTIGO: Claro, por ahí se nota más cuando se suma alguien, algún tallerista nuevo o algo así es más visible eso pero yo creo que los talleristas que están hace más tiempo ya lo han interiorizado incluso en su forma de dar los talleres en cómo plantean las cosas con sus alumnos los alumnos entre los talleres se conocen pues esta misma dinámica propia de un espacio que no está pensado como una escuela que tiene aulas separadas, donde nadie se cruza con nadie sino que es una casa donde los ambientes están unidos donde la gente pasa, se saluda, esto que decías vos para mí eso es fundamental sobre todo en periodos donde el contexto es de incertidumbre para mí tener algo donde vos sepas más o menos que vas a estar en unas condiciones que vos te sentís cómodo, te sentís bien me parece que es fundamental esto de encontrarse por ahí en el ámbito familiar o de los amigos con gente con la que vos sentís que podes liberarte, estar seguro eso para mí le da a la casa o proyecta a la gente que en este lugar van a tener la estabilidad que por ahí en el contexto de la vida no tienes.


¿Qué satisfacción le trajo esto a en lo personal?


CARLA: Y es que a nivel personal es como difícil por eso mismo, porque siempre fué colectivo entonces por ahí a nivel personal no es que no, no quiero que se asocie a eso, sino que es esto mismo que decía Ailen a nivel personal ya trascendió es como que queda chiquita la satisfacción si fuera solo a nivel personal a eso me refería.


¿Cómo se ven de acá a 5 años con este proyecto?


SANTIGO: Yo creo que nos parece mucho, vamos un año y por lo que podemos visualizar más o menos todo lo que hemos hecho en este corto tiempo; es como cuando vos me decís en 5 años es como multiplicar eso por 5 y ahí se te hace un poco abrumador. Pero yo creo que voy a hacer una comparación: yo ando en un vehículo que anda muy lento por la vida es eso, yo para irme a Mendoza son 5 horas entonces para mí para mí lo importante es saber que vamos a llegar. Saber que en 5 años va a tener continuidad el proyecto más allá de que nos demore el momento de dormir conflicto, de que la choquemos y la arreglemos es eso. Por lo menos la proyección que yo hago de acá a 5 años es eso, saber que somos capaces como grupo, y con la gente que se va sumando, de superar todos los obstáculos que se nos ponen.


AILEN: Muchas veces hemos repensado qué es el "éxito" para nosotros como proyecto. Porque ha sucedido que nos hemos frustrado porque no había la cantidad de gente que esperábamos en los eventos o talleres; y después, desmenuzándolo bien, en verdad tiene más que ver con la calidad del tiempo compartido. Entonces de acá en adelante ni idea cómo vamos a estar, pero sin dudas vamos a poner lo mejor mientras que exista este proyecto para que sea lo más bonito posible. Porque es muy difícil también prever en el tiempo; pero no sé si es eso lo que asegura el "éxito" del proyecto.


SANTIGO: Por ahí es difícil pensar también a largo plazo sabiendo que es un proyecto colectivo y que no tiene que ver únicamente con nosotros, con nuestras personas individuales, sino que probablemente vaya mucha gente que se suma en ese lapso de tiempo, que el proyecto se transforme, que se abran nuevos caminos, un montón de cosas, que no podemos saber, porque no podemos saber qué va a pasar con la gente que se va incorporando. Como decíamos, mucha gente que se suma a la casa propone cosas, se abren nuevos caminos, y esa dinámica es constante. El proyecto no es como que tiene una forma demasiado concreta y cerrada. Tiene cosas que son estables, como son los talleres, pero después hay muchas dinámicas que se están haciendo. En su momento se hicieron presentaciones de cine, muestras de artes visuales, intervenciones, obras de teatro, de todo, se fue haciendo en el espacio. Y también es eso, las posibilidades que te brinda el espacio, las que te brinda la gente que se suma y las que podemos abarcar nosotros.


¿Cómo definir la casa une en una palabra?


 AILEN: Colectivo.


CARLA: Disfrute.


SANTIAGO: Maleabilidad… Lo diverso y las transformaciones que puede tener el proyecto. ¿Qué es esto? Es como una arcilla. Que ahora tiene una forma. Y su esencia se va a mantener. Porque el material no cambia. Pero si van cambiando la forma. Van teniendo diferentes contenidos. Va sumando cosas. Yo creo que eso es para mí lo que lo define al proyecto. Porque es lo que yo he visto que ha ido pasando también. A lo largo del tiempo que llevamos. Cómo se ha transformado. Un montón de cosas que nosotros cuando nos largamos. No pensamos que a lo mejor iban a suceder. Porque uno no puede medir eso. El impacto que va a tener algo que es medio nuevo.


Como para ir cerrando, ¿La gente los puede ayudar de alguna forma? Sé que se pueden hacer socios. ¿En qué forma lo podemos ayudar la gente? Para que esto se siga sosteniendo.


SANTIAGO: Lo importante para mí es, sobre todo la gente que se suma a los talleres. Porque para mí es la gente que le da vida al espacio.


CARLA: Que vengan a los talleres también, porque les da vida a los talleres. Que vengan y propongan nuevos talleres, está rebueno también. Ciclos de cine, programas de radio, y bueno, si alguien tiene una casa heredada y nos las quiere prestar, es lo que más estamos necesitando.


SANTIAGO: Pueden tener un cupo libre para todos los talleres que quieran, si nos dan una casa. Es todo lo que nos ofrece el restaurante.


¿Con que reflexión cerrarían esta entrevista?


SANTIAGO: Mi reflexión es que es importante no solamente sostener este espacio que venimos sosteniendo sino que se creen y existan más espacios más espacios para mí, con un interés sobre lo cultural, pero desde las comunidades desde lo colectivo, desde sumar gente que esto que el hecho de que la cultura no se perciba como algo, que el arte no se perciba como algo de elite se trata de incorporar gente que se siente por fuera y que no está por fuera, porque todos somos capaces de utilizar herramientas que se aprenden en los talleres o de lo que se considera arte para expresar lo que sentimos porque todos sentimos, todos tenemos percepciones de la realidad y que eso nos enriquece como comunidad y nos ayuda también a construir lazos que para mí, o vínculos comunitarios que para mí eso es fundamental de los espacios culturales no tiene sentido tener un espacio cultural por el hecho de traer artistas de renombre de generar eventos que salgan en los medios sino de poder vincular a la gente que por fuera de los espacios comunitarios son individuos que no se conocen que no tienen relación entre sí que no sienten una empatía por el otro y me parece que cuando se encuentra esa gente, cuando puede conectar es capaz de proyectar las cosas pensando en las demás personas diciendo no solamente estoy pensando en mí porque también mis vecinos la gente con la que comparto en los talleres siente estas cosas de la realidad entonces me importa lo que siente el otro y por eso cuando pienso en las cuestiones colectivas pienso lo que hago pensando en mi comunidad no solo pensando en mí y mis intereses que son los que percibo cuando no asisto a estos lugares.


AILEN: Agregaría a lo que dijo Santi que en este contexto de globalización, en este sistema que es tan cruel y que cada vez nos quiere más desunidos, más individualistas y ensimismados, creo que la cultura, los espacios culturales, de encuentros sociales, son como una respuesta revolucionaria frente a este sistema dañino. Desde lo personal siento que la cultura y el disfrute son derechos que todos y todas nos merecemos.


 CARLA: Capaz que más una reflexión sobre la importancia de cuidar los espacios culturales, desde la necesidad de que se generen políticas públicas que cuiden y potencien los espacios culturales. Esto que mencionó Ailen en un momento sobre la dificultad que presenta diversión nocturna para los espacios culturales porque los mide como si fuera un boliche y no lo son y la sociedad también cuidar los espacios culturales.

 

Desde ya le quiero agradecer a los chicos por la comprensión y el espacio que me dieron para realizar esta entrevista. Quedó mucho afuera, este resúmen es parte de casi tres horas de charla entre almuerzo, mates y risas. Nos deja la importancia de la unión como medio para pasar estos tiempos de individualismo y meritocracia. Esta Casa cultural se construye desde el esfuerzo colectivo.





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